Algunos lugares del planeta parecen tan fuera de este mundo que cuesta creer que existan. Desde arenas que cambian de color hasta montañas que desafían la geometría y playas que parecen espejos, estos cinco destinos son un recordatorio de lo surreal que puede ser la Tierra.
1. Salar de Uyuni, Bolivia
El mayor espejo natural del mundo. Durante la temporada de lluvias, una delgada capa de agua convierte este desierto de sal en un reflejo perfecto del cielo. Caminar aquí es como flotar entre nubes.
2. Playa de las Catedrales, España
Ubicada en Galicia, esta costa forma arcos de roca que parecen catedrales góticas emergiendo del mar. En marea baja se puede caminar entre sus pasillos naturales, iluminados por la luz del Atlántico.
3. Zhangye Danxia, China
Estas montañas de colores son una pintura geológica de millones de años. Capas de minerales y areniscas han creado un paisaje de tonos rojizos, verdes y dorados que parece diseñado con pinceladas digitales.
4. White Sands, Estados Unidos
Un mar de dunas blancas de yeso se extiende en el corazón de Nuevo México. Bajo el sol, parecen nieve en medio del desierto, y al atardecer, se tiñen de rosa y violeta.
5. Playa Reynisfjara, Islandia
De arena negra y columnas de basalto, esta playa parece la frontera entre el mundo de los vivos y el de los mitos nórdicos. El contraste entre el mar, el cielo gris y las formaciones rocosas crea un espectáculo casi sobrenatural.
Cada uno de estos lugares demuestra que el planeta no necesita ciencia ficción para sorprendernos: basta con mirar lo que la naturaleza ha sido capaz de esculpir.
