En el vasto y fascinante paisaje de México, las pirámides son testigos silenciosos de la grandeza de las antiguas civilizaciones que una vez dominaron la región. Desde las majestuosas pirámides de Teotihuacán hasta las impresionantes estructuras en la selva de Palenque, el país alberga una riqueza de sitios arqueológicos que cautivan a los visitantes con su historia, misterio y belleza arquitectónica.
En esta lista, exploraremos las cinco mejores pirámides que México tiene para ofrecer, cada una con su propio encanto y significado cultural.
1. El Castillo, Chichén Itzá, Yucatán
Empecemos por la que quizá sea la pirámide más famosa de México: El Castillo de Chichén Itzá. Chichén Itzá es una de las ciudades mayas más famosas del mundo, y en su centro se encuentra la espectacular pirámide de nueve escalones, El Castillo.
La pirámide, una proeza de la ingeniería y una maravilla astronómica, se diseñó para que cada año, en los equinoccios, la luz del sol creara la ilusión sombría de una serpiente descendiendo por cada uno de los escalones de la pirámide. Los equinoccios son las épocas más populares para visitar Chichén Itzá, así que espere grandes multitudes y un ambiente muy entusiasta.
Cómo llegar: Las carreteras a Chichén Itzá están muy bien mantenidas. La mayoría de los turistas vienen en una excursión de un día desde Cancún o la Riviera Maya, y muchas empresas turísticas ofrecen transporte de ida y vuelta y visitas guiadas. También puede conducir usted mismo, ya que las carreteras son seguras y están bien señalizadas.
2. Templo de las Inscripciones, Palenque, Chiapas
Uno de los yacimientos arqueológicos menos visitados de México es la ciudad de Palenque, enterrada en las profundidades de la espesa selva del sureño estado de Chiapas. Este yacimiento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es lo que queda de una impresionante ciudad maya que alcanzó su apogeo entre los años 500 y 700 d.C. El templo más famoso de Palenque, una de las ciudades mayas más importantes, es el Templo de las Inscripciones, un enorme templo de piedra conocido por sus jeroglíficos.
«El Templo de las Inscripciones fue uno de los únicos templos mayas que se construyeron para albergar una tumba, la tumba de Pakal [el gobernante más famoso de Palenque]», explica Barnhart. «Su pirámide tenía este asombroso sarcófago de 20 toneladas con imágenes de él cayendo al inframundo en la parte superior. Su cuerpo estaba cubierto de joyas y regalos, y fue uno de los primeros descubrimientos que nos dijeron que los mayas tenían estos tesoros.»
Cómo visitarlo: La mayoría de los visitantes llegan como mochileros a través del sistema de autobuses ADO, que cuenta con una amplia red por todo el sur de México. Sin embargo, ahora, con la puesta en marcha del Tren Maya, a los visitantes les resulta más fácil acceder, sobre todo porque hay una parada de tren en Palenque.
3. Pirámide del Sol y Pirámide de la Luna, Teotihuacán, Estado de México
Un rápido viaje desde el mundo maya hasta el Valle de México nos sitúa en el corazón de Teotihuacán. Nadie sabe con certeza quién construyó Teotihuacán, ya que muestra indicios de las culturas tolteca, totonaca, maya, mixteca y zapoteca.
Es una de las mayores ciudades antiguas de América y se construyó unos 1.000 años antes de la llegada de los aztecas. Hoy en día es famosa por sus dos pirámides principales: la Pirámide del Sol y la Pirámide de la Luna.
Cómo visitarla: Teotihuacán está a una hora de Ciudad de México y es una excursión de un día muy popular entre los visitantes. La mejor forma de visitarla es con un guía.
4. Gran Pirámide de Cholula, Cholula, Puebla
Durante su visita a Ciudad de México, puede hacer un viaje de dos horas al «pueblo mágico» de Cholula, un suburbio de Puebla. Esta bella e histórica ciudad es famosa sobre todo por la iglesia de color amarillo canario que se alza en lo alto de una colina. Pero no se trata de una colina, sino de la pirámide más grande del mundo.
Como claro ejemplo de colonialismo, los españoles construyeron la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios en la cima de la pirámide, y la iglesia sigue en pie hoy en día. Pero lo que queda de la pirámide es el monumental montículo que alude a su gran tamaño y poder. El templo se construyó entre los siglos III a.C. y IX d.C., y estaba dedicado al dios azteca Quetzalcóatl. Su base mide 4,8 por 4,8 metros, con una altura de 4,8 metros, lo que la convierte en la mayor del mundo en volumen, incluso más que la Gran Pirámide de Giza.
Cómo visitarla: Cholula está a las afueras de la ciudad de Puebla y se puede llegar fácilmente en auto.
5. Pirámide del Mago, Uxmal, Yucatán
Los mayas nunca tuvieron una capital central. En su lugar, funcionaban con ciudades-estado autónomas. Una de sus «capitales» era la ciudad de Uxmal, situada a las afueras de la actual Mérida, y su pirámide más famosa es la Pirámide del Mago.
«El yacimiento de Uxmal estuvo en su apogeo sólo 150 años y tiene un aspecto diferente. No tiene esas terrazas que suben por los lados. Tiene un exterior liso que sube hasta una superestructura, y sus lados son curvos. Es como el diseño de una casa maya común en Yucatán».
En torno a la creación de la pirámide se arremolinan leyendas, entre ellas una que dice que la estructura fue construida en una sola noche por un hombre mágico, nacido de un huevo de una bruja. Construyó la pirámide en una noche para desafiar al rey actual y se convirtió él mismo en rey de Uxmal, de ahí el nombre de «Pirámide del Mago». (Por supuesto, como ocurre con muchas leyendas, los detalles concretos dependen de quién cuente la historia).
Cómo visitarla: Uxmal es una excursión de un día desde Mérida. Varias empresas turísticas ofrecen visitas guiadas, o puede tomar un taxi o conducir usted mismo una hora hasta la zona arqueológica.