Los trenes panorámicos permiten recorrer montañas, valles y viaductos icónicos con ventanas amplias, servicios a bordo y horarios fiables, sin estrés de carreteras o estacionamientos, y funcionan bien durante todo el año.
La selección prioriza líneas con buena frecuencia, reservas claras, compatibilidad con pases y paradas fotogénicas, uniendo tramos célebres y rutas menos conocidas para planes flexibles según disponibilidad y luz del día.
Estas cinco opciones equilibran valor paisajístico y facilidad logística para itinerarios de medio día o jornada completa, en viajes individuales, en pareja o en familia.
1. Glacier Express 
Entre Zermatt y St. Moritz, ofrece cerca de ocho horas de viaductos, túneles y cumbres, con coches panorámicos y restauración a bordo que mantienen la experiencia cómoda en cualquier estación. Conviene reservar asiento y elegir horario de máxima luz para el tramo central, garantizando fotografías con contraste y vistas despejadas en Oberalp y Landwasser.
2. Bernina Express 
Une glaciares suizos con el valle italiano de Tirano, cruzando el viaducto de Landwasser y el giro en espiral de Brusio, con coches panorámicos o trenes regulares en la misma ruta para ajustar presupuesto. Opera todo el año y permite paradas como Poschiavo, ideales para paseos breves antes de continuar hacia Italia sin complicaciones de enlace.
3. Ferrocarril de Bergen 
Conecta Oslo y Bergen en unas siete horas que alternan mesetas, cascadas y fiordos, y se puede combinar con Flåmsbana para un descenso de alto impacto visual. Funciona todo el año y admite dividir el trayecto en dos días con noche en pueblos de montaña, maximizando caminatas y miradores sin prisas.
4. Centovalli 
Entre Locarno y Domodossola, el “tren de las cien valles” cruza puentes y gargantas con bosques densos y pueblos donde conviene detenerse una o dos horas. Es compacto, fotogénico y fácil de integrar en itinerarios mayores por Suiza e Italia, con frecuencias sólidas y reservas puntuales para fines de semana.
5. Transcantábrico 
Tren turístico de lujo por la cornisa cantábrica con coches restaurante, plazas limitadas y salidas por temporadas que se planifican con antelación como experiencia atemporal. La operación regular por temporadas facilita ajustar fechas en función de disponibilidad, priorizando el viaje como destino en sí mismo.